Mediodías en El Cascote: raciones y beberajes

Compartir, probar, degustar… es la nueva propuesta. A partir del concepto de “ración”, El Cascote te invita a recorrer su carta de mediodía, a través de la cual podrás saborear sus platos de manera novedosa y descontracturada.

destinos y sabores | Edición #85

Conservando el respeto por la calidad de todos los productos, y con la excelencia de su cocina, El Cascote busca generar un ámbito en donde puedas tener una experiencia gastronómica distinta, en sintonía con las tendencias que se observan en los principales referentes gastronómicos.

El Cascote, siempre evolucionando y pensando en vos.

[Entiéndase por "ración" a porciones más pequeñas que la de un plato tradicional, y "beberajes" a bebidas naturales y saludables]

 

Nuevo patio

Compartimos una puesta en valor dedicada a Raúl, Osvaldo, Pablo y a todos los que, día a día, hacen a ‘El Cascote’:

“Dicen que los buenos vinos mejoran con los años, quiero suponer que nos ha pasado lo mismo.

Porque no hay realidad sin acción ni acción sin realidad, porque la creatividad es un lenguaje motivado por la fantasía, y porque alguna vez alguien habló de un gitano y de un carro.

Porque aquel origen se impuso como indiscutido disparador de nuevos escenarios e ineludible punto de partida para adentrarnos en la realidad de lo onírico y sus ilimitadas posibilidades; en los tan cautivantes como inexplorados recovecos de lo fantástico.

Un momento enorme de felicidad y libertad que se recrea cada vez que observamos el espacio, con la misma fascinación que lo hicimos el primer día.

Recorrer, observar, interpretar, construir.

Reconstruir, aleatoriamente, incontables veces, sin recetas pero con infinitos condimentos.

Culminar fantaseando con la existencia de un personaje que nos dote de sentido, nuestra musa inspiradora para toda intervención y todo relato aquí expresado.

Nos agrada presentarles a un peculiar gato negro, mitad gitano y mitad príncipe, que se ha asomado en el camino casi inconsciente de encontrarlo, que hemos creado con gran inventiva, casi sin notarlo, a lo largo de estos años. Lo hemos habitado y nos ha habitado en plenitud y en profundidad.

En la humildad de lo recíproco, nos hemos llenado de vida, concepto y motivo.

He aquí lo sublime de lo gastronómico, en convivencia con quienes lo habitan y recorren, hacedores de una cultura tan mágica como revuelta.

Presentes -aún en su ausencia- son muchos los elementos que, subyacentes tras cada detalle, aportan solidez a un relato que traspasa lo específicamente culinario para expresarse en todo el paisaje, acaparando toda intención emocional.

Un momento enorme de felicidad y libertad que se recrea cada vez que observamos el espacio

Flores, calabazas, limones, uvas y vino. Diseñamos una experiencia que los ponga de manifiesto una y otra vez. Una narración sin episodios estancos en la que, lejos de todo concepto minimalista, queda expresado que “más siempre -y matemáticamente- va a ser más”.

Un marco casi surrealista en el que los límites entre la realidad y los sueños se desdibujan ante cada estímulo.

La propuesta cíclica e ininterrumpida de hacer un viaje cuyo recorrido jamás será igual pero cuyo destino será siempre el mismo lugar… Ese lugar donde decidió quedarse, allá por 1984, este simbólico personaje que hoy, casi por imposición y de manera brutal, nos llena de significado.

Si de mitos y leyendas se trata, no nos hemos de quedar callados.

Tras un recorrido por el viejo continente, con sus cuerpos impregnados de historias, una mochila de experiencias y un bagaje cultural invaluable, un gitano “amigo” y su mascota llegan a este sitio en un carro nominado, con vanidad y sin disimulo, “El Cascote”.

En un suceso emblemático y coqueteando con un espacio que hoy rinde homenaje a sus aportes europeos, el gato negro decide aquí quedarse. Su amo, el gitano, sigue camino en el carro con la seguridad de que su paso no fue en vano. Decir que lo demás está a la vista es suficiente para no caer en la obviedad.

Nos emociona este relato repleto de belleza y ferocidad. Hay una enorme inspiración, una armonía dada por la elegancia natural de los objetos y la aceptación de lo sublime del color. Acá das un paso y encontrás cultura, arte, historia, gastronomía…Pensamos en cada detalle de este espacio, queremos que lo vuelvas propio, lo sientas y experimentes, una y otra vez, en toda su extensión, en todo su concepto, a tu manera y según el día, con la única habilidad de mantener la capacidad del asombro y la profundidad en la mirada. Y con la única condición de librarse al placer del disfrute. Lo demás, te lo aseguro, lo ponemos nosotros. ¡Gracias por acompañarnos una vez más!”