deportes | Edición #71
Mediante un gran trabajo de la Comisión Directiva, que estuvo muy activa durante la cuarentena y en comunicación permanente con las autoridades locales y otras instituciones deportivas, la solución a problemáticas y la reapertura del club fueron posibles; lo que trajo un enorme entusiasmo en la comunidad.
“Este año se hizo un esfuerzo muy grande, tanto en refaccionar y reabrir la pileta, como también se hicieron mejoras en el parque, el alumbrado y en las tejas de vestuarios y salones” expresa Matías Frana quien forma parte del grupo de coordinadores de la Escuelita Deportiva de verano, además de ser miembro de la Comisión Directiva del club. Junto con Lisandro Linares, Presidente de la Comisión de la Pileta, quien además desde su profesión de Arquitecto pudo colaborar en la preparación de las instalaciones, dicen que “trabajamos día a día para que el club esté de la mejor forma posible. Crecimos en esta instrucción y es un honor retribuir con nuestro trabajo tantos recuerdos lindos que nos dejó”.
Tras un año atípico, la nueva temporada de verano se enfrenta “con mucha alegría de que los chicos puedan hacer actividades al aire libre. Trabajamos en su mayoría con menores de 12 años y son ellos los que sufrieron el encierro más que nadie. También, con mucha responsabilidad y con muchos cuidados, respetando los protocolos establecidos y extremando las medidas sanitarias, pero sin perder de vista que trabajamos con niños y que lo más importante es que ellos se diviertan y la pasen bien” explican Frana y Linares, continuando “la nueva normalidad se trata de formar grupos por edades, que son de 10 a 15 alumnos por profesor. La llegada de los chicos al club es con barbijo, cuando ingresan se les mide la temperatura y cada grupo se ubica en su sector. Los padres deben completar una declaración jurada al comienzo de la actividad que tiene validez para todo el periodo. A la hora de ingresar al agua, lo hacemos con 2 de los 4 grupos en diferentes sectores para mantener la distancia”. Asimismo, cuentan que, a pesar de la complejidad de la situación, los niños asimilan de buena forma lo que está sucediendo y no dejan que ello opaque la alegría y la diversión de poder volver a realizar actividades al aire libre disfrutando el predio del club.