Flavia Bressan: Una historia de supervivencia

Flavia Bressan, la protagonista de esta nota, comparte las situaciones que debió atravesar a lo largo de su vida para finalmente llegar a donde se encuentra actualmente, ejerciendo el coaching ontológico como un estilo de vida

historias | Edición #82

La vida puede darte todo o no darte nada, la diferencia en ambos casos se encuentra en cómo uno decide afrontarla y Flavia Bressan es un ejemplo de cómo una persona con las herramientas necesarias puede superar cualquier obstáculo y lograr una vida exitosa.

Flavia se crió en una familia de bajos recursos, pero con el tiempo consiguió trabajo y pudo alquilar un departamento para vivir junto a su primer hijo. Sin embargo, años más tarde decidió dejar la vida de independencia que llevaba para formar una familia junto a su primer marido, dedicarse a ser ama de casa y criar a sus hijos.

No obstante, el matrimonio no resultó como esperaba y 15 años después su exmarido la dejó en la calle con tres hijos a cargo y ningún recurso económico para mantenerse. Pese a ello, una tarde en un encuentro familiar una de las personas presentes le recomendó comenzar a estudiar la carrera de Coaching Ontológico.

El coaching ontológico es el entrenamiento del ser, de tu manera de ser

“En ese momento, hace seis años, empecé a buscar y encontré que daban un entrenamiento en la Escuela de Coaching Ontológico Americano (ECOA) de Santa Fe, que duraba dos años”, comenzó relatando Flavia. Sin embargo, cuando realizó la llamada para obtener información acerca de la carrera la rafaelina se desmoronó. “Creo que sonó dos veces el teléfono y caí en la cuenta de: ‘¿Qué estoy haciendo? No tengo para comer y ¿voy a averiguar para pagar un curso? Es incoherente’. Y me largo a llorar”, confesó la coach.

Por suerte para ella, Cacho, la persona que atendió la llamada, la asistió para dar el primer paso para cambiar el rumbo de su vida. Luego de que Flavia le explique la razón de su angustia, el coach la instó a utilizar lo único con lo que contaba en aquel momento para ganar dinero que era su auto. “Se me empezaron a cruzar un montón de ideas por la cabeza. Una de ellas fue una amiga de mi mamá, una señora grande, que solía darme para que le pague los servicios y siempre me daba 100 pesos. Entonces, fui a verla y me consiguió a todas sus amigas de clientas, y ese mismo día hice 1000 pesos”, recordó la protagonista.

Al mismo tiempo, la rafaelina comenzó a vender productos de cosmética y de esa manera logró recaudar dinero suficiente para pagar la inscripción del curso, la primera cuota y la nafta para viajar a Santa Fe cada sábado y domingo.

“Salía de Rafaela los sábados a las seis de la mañana y volvía de Santa Fe a las nueve de la noche, y al día siguiente hacía lo mismo, dejando a mis hijos con familia para que les dieran de comer. Así fue el primer año. El segundo me hice muy amiga de una de las chicas del curso y me invitó a quedarme en su casa. Entonces, el segundo año iba los sábados, o a veces los viernes, y volvía directamente el domingo”, detalló Flavia.

Yo entreno tu mente para que tu vida sea espléndida

La primera clase, a la que asistieron 70 personas, no fue para nada convencional. “Nos hicieron bailar, hacer juegos y diferentes actividades”, aseguró. Pese a la modalidad de las clases, la coach reveló que se la pasaba llorando: “Estaba quebrada, era una persona totalmente desagradable porque vivía llorando, vivía lamentándome por todo, tenía miles de excusas y mis compañeros no me soportaban. Pero fue hermoso, porque hoy en día me encuentro con ellos y soy otra persona completamente diferente a la que conocieron el primer día”.

En palabras de Flavia, “‘coaching’ significa entrenamiento y ‘ontológico’ una filosofía de ser humano, de cómo es el ser humano”. Y se explayó: “Siempre lo reduzco a que el coaching ontológico es el entrenamiento del ser, de tu manera de ser y eso abarca muchas áreas. Las tres partes que lo componen son lo emocional, lo lingüístico y lo corporal. Todo lo que pasa por el cuerpo tiene una emoción y toda esa emoción provoca un pensamiento y eso es una manera de ser completa. Tu manera de ser está dentro de todo eso”.

En cuanto a la diferencia entre la psicología y el coaching ontológico, la rafaelina explicó que “el psicólogo trabaja con la salud mental de las personas y el coach con el bienestar, con objetivos concretos”. Aún así, las disciplinas se pueden combinar. “Yo trabajo a la par de algunos psicólogos. Por ejemplo, si su paciente no puede lograr objetivos pequeños, los derivan conmigo para que yo los acompañe a alcanzar esas metas y, mientras tanto, continúan su terapia con el psicólogo. Podemos trabajar a la par. Estoy totalmente convencida de que como coach puedo trabajar con cualquier tipo de profesional para hacer que su trabajo sea más eficiente”, puntualizó.

Sin embargo, Flavia no se define como coach ontológico, sino como entrenadora de mentes. “No solo hago coaching ontológico, también hago Bioneurociencia, programación neurolingüística (PNL), utilizo un montón de herramientas. Yo entreno tu mente para que tu vida sea espléndida”, remarcó.

La rafaelina no ayuda a las personas en sus sesiones, sino que las asiste, porque “ayudar engloba a que yo voy a hacer por vos lo que no podés hacer por vos mismo, en cambio, asistir se refiere a que te voy a acompañar a que encuentres todas esas herramientas para que lo hagas solo”.

Con respecto a ello, la entrenadora de mentes resaltó: “Lo que la persona encuentre en la sesión y el proceso que haga le va a servir para trasladarlo a cualquier área de su vida. Es decir, en una sesión de coaching ontológico el individuo va detrás de un objetivo y al lograrlo, ese proceso que hizo, como es suyo, como está dentro de sus habilidades, de sus pensamientos, de su creencia y de su emocionalidad, los va a poder trasladar. El coach lo único que hace son preguntas”.

Cada sesión dura aproximadamente 45 minutos, en ocasiones menos, y Flavia, como coach proactiva, busca que a un mismo objetivo puedan trabajarlo de manera que el coachee –la persona que es asistida– demuestre el compromiso suficiente para que antes de las tres sesiones pueda lograrlo. “Para mí lo más importante es el tiempo”, insistió.

Los coachees pueden elegir entre hacer una sesión personal o en grupo, y de manera presencial o virtual. En tal sentido, la coach señaló: “Me gusta que la persona la primera vez se sienta cómoda, por lo que le dejo elegir dónde se quiere atender, después en las siguientes dos sesiones yo le elijo el lugar”.

Asimismo, Flavia brinda asesoramientos o maestrías a otros coaches. En otras palabras, colabora en estudiar y mejorar sus técnicas. “Nosotros sostenemos que uno solo no puede ver todo su ser. Dicho con una metáfora, uno no puede ver su nunca. Por más que se coloque un espejo adelante y atrás, no va a ver su nuca tal cual es. Entonces, el feedback va a hablar de eso que uno no ve de sí mismo. Cuando es positivo, está bueno que lo pueda mantener y mejorar, y cuando es negativo, está bueno que lo pueda cambiar y modificar”, precisó.

Por otra parte, la rafaelina se especializó en coaching deportivo en Coaching & Estrategia, en un principio para acompañar a su hijo en su carrera automovilística. “Cuando me dijeron que existía el coaching deportivo dije: ‘Lo tengo que hacer por él’. Y cuando fui a hacer el entrenamiento encontré la pasión de mi vida. Fue descubrirme a mí misma en otra área que me encantó”, manifestó.

Dentro de la disciplina del coaching deportivo, Flavia entrena a entrenadores brindándole herramientas para que con ellas puedan comprender a sus alumnos. Actualmente, la coach trabaja todos los días con el equipo de básquet femenino de Ben Hur junto a la entrenadora Cecilia Manera, quien la contactó para que forme parte del grupo y acompañe a las jugadoras.

En relación a ello, comentó: “Estoy en todas las categorías formativas y la primera división. Soy parte del equipo técnico. Mientras ellas entrenan, yo me quedo afuera, miro, observo, veo lo que sucede entre ellas, quiénes se llevan bien, quiénes no, quiénes se complementan, quiénes no, quiénes tienen que trabajar algo, quiénes no. Y ellas cuando les sucede algo vienen a hablar conmigo”.

En tanto al coaching deportivo en sí, Flavia reveló que no conoce ninguna disciplina del deporte, sino que trabaja con todo lo relacionado a la manera de ser del deportista. “Los técnicos y los profesores trabajan con la técnica y la habilidad del deportista, pero el deportista tiene una vida y a veces le pasan cosas que afectan a su rendimiento deportivo, y ahí es donde entro yo”.

En este punto, la coach develó: “El coaching ontológico viene de la mano de un entrenador deportivo que descubrió que trabajando en la manera de ser del deportista podía darle un impulso mayor al que se lograba trabajando solamente en la técnica y en la habilidad que este tenía. Es decir, se encontraba un equilibrio entre estas tres partes”.

Además de entrenar mentes, la rafaelina fomenta a las personas a que tengan amor propio. Dicho de otra manera, “decidir es el secreto de la vida. Cuando tomás una decisión entendés que es tuya y si te amas no importa equivocarte, porque equivocarte te lleva un paso más adelante”, reflexionó.

“Entonces, creo que uno no puede dar lo que no tiene: si vos no te amás a vos mismo, ¿a quién podés amar? Primero empezá por vos”, insistió la coach. En tanto al amor propio en el deportista, este se traduce en las elecciones que realiza: “¿Dónde está tu elección? ¿En lo que elegís hacer, en lo que amás, en tu profesión, o en la pérdida que tenés de lo que no hacés? Si vos como deportista te fijás en que perdés un montón, entonces tu foco está mal puesto, porque todo va a pasar a ser un sufrimiento. Al tomar elecciones uno siempre tiene que elegir una cosa por otra, pero cuanto más convencido esté de que lo que va a lograr es lo que verdaderamente quiere, todo lo que sea a costo no lo va a ver”.

Hoy en día estoy teniendo la vida que ni siquiera había tenido la posibilidad de soñar

Por lo tanto, una persona debe valorarse a sí misma en cada paso que da, cada error que comete, cada lugar en el que estuvo que no le agradó y cada vez que fue algo que no le gustó. “Eso es el amor propio, es aceptarme con todo lo que soy, porque yo soy todo eso, soy toda mi historia y todo lo que hago habla de mi historia”, aseguró Flavia.

Es por este motivo que la coach siente que a las personas les faltan herramientas para salir de donde se encuentran. Por lo tanto, detalló: “Creo que las personas no saben que existen herramientas, pero el problema es uno solo: la historia que nos contamos de lo que ocurre, porque la vida son hechos que pasan, el tema está en cómo uno los ve. Puede ser un problema o solo algo más que hay que atravesar para seguir viviendo. A todo el mundo le suceden cosas y de eso se trata la vida, la diferencia está en lo que te contás a vos mismo”.

Flavia es un ejemplo de esta teoría e hizo un proceso muy grande para cambiar su vida y salir de la situación en la que se encontraba. “Cuando no tenía nada, ni siquiera futuro y tres hijos a cuesta, parecía que la vida no me iba a dar nada y sin embargo hoy, seis años después, vivo a diario situaciones que en ese momento ni siquiera tenía la capacidad de soñar o de esperar que me podía pasar”, se sinceró entre lágrimas.

“Hay otra forma de vivir. Entiendo que las personas hacen lo que pueden con lo que tienen. Creo que nadie elige conscientemente, elegimos lo que elegimos por las situaciones que vivimos. De chica siempre supe lo que quería y nunca me detuve a ver que era pobre”, afirmó la coach. Y reflexionó: “La persona más sabia es aquella que aprende del dolor del otro. No hace falta que sufras, ves que otro está sufriendo y utilizás todas las herramientas para no llegar a eso”.

Es por ello que la rafaelina se encuentra preparando un taller “para que ese proceso que yo hice no lo pase todo el mundo”, mencionó. “Ese es el próximo paso a dar en mi vida: poder brindarle a las personas herramientas para que las puedan potenciar, sacar del lugar en donde están y lograr tener su vida ideal. Porque creo que si tenemos las herramientas para tener nuestra vida ideal, lo demás son solo conversaciones que no nos llevan a ningún lado”, insistió.

Este taller, que se realizará de manera presencial en la ciudad, lleva cuatro años de preparación. No obstante, antes de lanzar el curso Flavia llevará a cabo una charla para darse a conocer junto a la reconocida abogada Ana Rosenfeld. “Me hice amiga de ella en las redes y fue quien me ayudó en mi segunda separación para que se dé de una manera más justa, en paz e hizo que fuera productiva y hermosa al punto de poder hablar con el papá de mis hijos sin ningún inconveniente”, describió.

De esta manera, la charla introductoria tratará sobre la toma de decisiones y los derechos de la mujer; mientras que el taller será sobre todo lo que aprendió la coach en estos últimos seis años. “Va a ser un entrenamiento de tres días que durará ocho horas cada uno”, señaló. Aún no hay una fecha concreta, pero la organizadora adelantó que la charla se realizará posiblemente a fines de julio o principios de agosto, y el taller en octubre.

La charla tendrá un costo, pero cabe destacar que parte de lo recaudado será destinado a la comisión de básquet femenino de Ben Hur. En lo que respecta a esta decisión, Flavia explicó: “Mi sueldo me lo paga la entrenadora. Ella fue quien me contrató gracias a la aceptación de la comisión directiva del básquet femenino, quien me dio lo necesario para el aporte profesional a las deportistas. La comisión y los papás de las nenas hacen todo a pulmón porque tienen muchos gastos, entonces me pareció un lindo gesto hacerlo a beneficio de ellos y aliviarles un poco el trabajo que tienen cada mes”.

Antes de concluir, la coach se cuestionó: “¿Cuándo fue que llegué hasta acá? Me pasa que hoy en día estoy teniendo la vida que ni siquiera había tenido la posibilidad de soñar. El proceso lo viví a pleno, siempre supe dar pasos firmes y tranquila, sin apurarme, y hoy en día vivir el éxito de esto me parece increíble”.

Por consiguiente, Flavia continúa eligiendo cada día dedicarse al coaching ontológico, “porque me trajo a donde estoy y es mi pasión”. “Yo siempre digo: esta no es mi profesión, es mi estilo de vida, yo vivo así, yo soy así. Creo que no hay casualidades, todo se da por causa de y estoy convencida de que todo en la vida está a una conversación de distancia”, finalizó.

 

Instagram: @flavia.c.bressan